El día 3 de junio del corriente, nuestro
compañero Alejandro MERINO intervino en la reanimación de una señora que sufrió
una descompensación: La misma estaba con otras personas del programa de Adultos mayores de la Universidad Nacional de
Lanús.-
El docente Daniel Russo relató el suceso en
el Facebook del Seminario Pensamiento Nacional y Latinoamericano de la
Universidad. Y merece una réplica desde este blog, como así nuestro
reconocimiento para el becado Alejandro.-
TEXTO:
Carta escrita por el Docente Daniel Russo:...
Carta escrita por el Docente Daniel Russo:...
Hoy vinieron a conversar conmigo dos estudiantes del CCC. Cuando iba a su encuentro en cafetita vi correr una señora mayor vestida de jogging. "Qué entusiasta", pensé. Detrás de ella, otra mujer. Al ver la tercera caminar en círculos por el parque me acerqué al salón de chapa que está al costado del camino. Pregunté qué pasaba y me dijeron que una mujer del programa de adultos mayores se había descompuesto. "Llamá una ambulancia, por favor", rogaron.
Caminé unos metros y los dos compañeros salieron a mi encuentro. Les expliqué la situación y allí fuimos los tres. La escena era compleja: una señora de edad avanzada, sentada en una silla en un estado complicadísimo: pálida, inconsciente y con bradipnea.
La sacamos en la silla al parque, y mientras consultábamos si había tomado algún medicamento y otras preguntas de rutina, uno de los muchachos le tomó el pulso. "Está muy bajo Russo, se complica". Nos miramos los tres. "Bajémosla al suelo y pongamos sus pies en alto, ya, no tenemos mucho tiempo", dijo el otro.
Mientras una señora preguntaba si sabíamos lo que estábamos haciendo, respondí casi como reflejo: "señora, los compañeros son policías, estudiantes de seguridad ciudadana, saben lo que están haciendo".
A los pocos minutos la señora recuperó el pulso, la frecuencia respiratoria y abrió los ojos. La ambulancia llegó tarde, para variar. Esta vez, y gracias a la intervención de estos fenómenos, la espera no tuvo un desenlace fatal. A la tarde las compañeras del programa de Adultos mayores me confirmaron que la mujer estaba bien, compensada y fuera de peligro.
Vaya mi reconocimiento a los estudiantes Merino y Pino Rodríguez, por quienes una familia podrá seguir disfrutando de una de sus integrantes.