viernes, 12 de agosto de 2016

A nuestros Jefes:

Estamos haciendo un reclamo por demás justo. Estamos diciendo que los pactos están hechos para ser cumplidos. Hubo un compromiso formal por parte del Ejecutivo Provincial que se iría a abonar el sueldo íntegro. El propio Estado Provincial nos cobra a todos los impuestos en forma íntegra; las facturas por servicios públicos no se pueden pagar en cuotas y de hacerlo luego se nos cobra un interés. Lo propio ocurre con las tarjetas de crédito y prácticamente con todas las deudas que uno contrae.-
Todos los trabajadores tienen el derecho a percibir sus salarios en tiempo y forma. De hecho, al sector pasivo de nuestra institución no se le abonan los salarios con pagos suplementarios y ellos suscribieron la misma acta paritaria que nosotros los activos.-
Acta de Intimación 
No constituye un capricho nuestro reclamo, y comprendemos también a aquellos que aún no se han plegado a la medida. Pero muchos de nosotros tenemos que acudir a hechos delictivos sin armamento reglamentario. No contamos con armamento no letal, ni equipos de comunicaciones, menos aun con elementos de protección. No tenemos cobertura ante accidentes, lesiones u otro tipo de consecuencias en el ejercicio de nuestra actividad.-
Los bomberos tenemos que continuar arriesgando innecesariamente en cada intervención por falta de equipamiento que reúna los estándares mínimos para desarrollo de la profesión. Los penitenciarios continuar desarrollando nuestras actividades en inmundas condiciones. Los oficiales modernos deben continuar trabajando ilimitadas jornadas laborales.-
A muchos de nosotros aún se nos adeudan meses de trabajo, los accidentados aun no reciben su indemnización y a esta altura el personal de base, después de este proceso inflacionario, ya le alcanza para afrontar los costos de la canasta básica.-
Todos sabemos que no tenemos combustible suficiente, y que el Estado Provincial al mejor estilo de un bombero pirómano trata de apagar los incendios que ellos mismos provocan. Así que, por todos estos motivos no nos cae nada bien que nos digan después de haber acordado un aumento, en presencia del propio Jefe de Policía que nos van a pagar cuando se les antoje, y más burlados nos sentimos que nos digan que al que no le guste le van imputar el delito previsto en el Articulo 252 del Penal.-
Si en definitiva no abandonamos nada, vamos a ir a las urgencias y tal vez con más gente que la que estamos acostumbrados y corriendo menor riesgo. Los que ostentan el poder político entonces pueden imponer sanciones a las mismas personas que diariamente colocan en situación de riesgo, a las personas que no les cumplen, a las que abandonan, a las que denigran, que acosan y hostigan. Pueden ignorar normas de Derecho Internacional Humanitario, principios Constitucionales y pisotear nuestros derechos humanos. No se diferencia mucho esto de un régimen dictatorial; tal vez por eso se mantienen las normas dictatoriales que regulan nuestra actividad.-
Y así no les falte el dinero para satisfacer las necesidades básicas -como a nosotros- y no tengan que arriesgar innecesariamente la vida para defender la propiedad de los ciudadanos ¿por qué el Estado no les da los medios para que desarrollen la actividad a la que se encuentran obligados? Todo trabajador merece cobrar su sueldo entero.-
Es más que justo este reclamo, y no quiere decir que nosotros no queremos colaborar con el gobierno. Que el gobierno nos pague lo que debe y nos de los medios para garantizar los derechos humanos de la sociedad. Que planifique y capacite como corresponde. Que organice y que invierta lo que tiene que invertir. Que nos de la cobertura social y asegure nuestro riesgo en el trabajo como corresponde, que adecúe nuestro marco normativo conforme al orden democrático de gobierno. ¡En suma que no incurra en el delito previsto en el 252 y nosotros le vamos a seguir demostrando que vamos a colaborar incluso asumiendo nuevamente el riesgo de perder la vida!
Los invitamos a Ustedes a expresarle al gobierno que nos comprenda, que se pongan en nuestra apremiante situación que alguna vez también fue la de Ustedes. Los invitamos a unirse a este reclamo digno y justo que no persigue otra cosa que dar una solución definitiva a tanto dolor que históricamente venimos sufriendo. Los invitamos a que prediquen con el ejemplo, pues aquel que se acostumbra a incumplir no puede andar reclamando cumplimiento. Los invitamos a Ustedes a que les cuenten a los representantes del poder político todo el dolor que ustedes experimentaron durante sus primeros años en esta fuerza, todo el desprecio que han sufrido, las privaciones, los acosos, las denigraciones, la falta de insumos, de equipamiento, la falta de tiempo para el descanso, para dedicarle a la familia. El dolor ante camaradas que se suicidaban y lo difícil que es ser policía cuando -a este- todos los otros sectores lo desprecian, pero lo llaman cuando se encuentran en riesgo. Cuéntenles del frío que han pasado, y de los arrestos, las arbitrariedades y todo el dolor que implica ser policía.-
Seguir ocultando nuestras miserias no le sirve a nadie, ni a Ustedes, ni a la sociedad ni al mismo Gobierno. ¿Qué nos van a decir ante un nuevo suicidio de algunos de nuestros camaradas? ¿Qué nos van a decir cuando caiga uno de nuestros agentes en un enfrentamiento, sin chaleco, sin arma? Qué nos van a decir cuando nos den los aumentos que se les antoja y nos paguen cuando les venga en gana? Por el sencillo motivos que los policías son pianta votos. ¿Que nos van a decir cuando tengamos que seguir lamentando vidas y experimentando dolor por seguir improvisando?
No tenemos que dividirnos, ni ser enemigos del Gobierno. Esto se trata de conseguir que la actividad policial de una vez por todas se convierta en un trabajo decente. No sigamos siendo irracionales e ingenuos, sí tomar medidas o no tomarlas -en esta caótica y crítica situación en materia de seguridad- produce los mismos resultados. Si en definitiva al no contar con los medios necesarios difícilmente vamos a disminuir las tasas delictivas, sin medios tampoco vamos a poder gestionar los siniestros y menos aún sin contar con recursos podremos mejorar nuestros servicios penitenciarios y menos aún sin recursos difícilmente logremos obtener mejores resultados en investigación.-
Ustedes también son policías -y si bien ya no cobran como cartoneros- sino exigimos nuestros derechos, o nos impiden exigirlos, en pocos meses volverán a los tiempos de antes.-